El escuadrón fantasma - Capitulo 8

*Narra Rukia*

Me desperté tarde. Ichigo ya no estaba conmigo y me había dejado el desayuno en el escritorio. Miré el reloj. Él ya llevaba 2 horas en la Universidad.

- Ogichi está raro - dijo Aikur desde el suelo -. ¿No será que ya no me ama?

- No creo que sea eso - le respondí -. Ayer estabas bastante rara.

- ¿Estaba rara?

- Le acosaste y terminó por encerrarse en el baño.

- Si yo te contara...

Aikur se acercó y empezó a susurrarme todo lo que le hacía Ogichi.

*Narra Ichigo*

Ogichi estuvo un buen rato estornudando en clase. Supongo que alguien estaría hablando de él.

- Ikasoruk - le dijo el profesor -, ¿Se encuentra usted bien?

- Si, estoy bien. ¡Atxim!

- Parece que ha cogido un resfriado estos días que no ha venido.

- Estaba mucho peor hace unos días.

- Tendrá que hacerme los trabajos que pedí. Pregúntele a su primo cuáles eran. Tiene que entregarlos mañana.

- Si, sensei.

Cuando las clases terminaron para ir a comer, Ogichi seguía estornudando.

- ¿Estás bien Ogichi? - le pregunté mientras comíamos.

- Creo que las chicas hablan de mí - me contestó.

*Narra Rukia*

- ¿Enserio te hace todo esto? Ojalá Ichigo lo hiciera.

- En la mayoría de las veces tengo que estimularlo yo - me dijo Aikur -, pero cuando se pone es una fiera.

- Ichigo no se dejaría. Es demasiado reservado.

- ¿Y te crees que Ogichi no? Te explicaré un par de trucos de los que no se dará cuenta.

Aikur me contó sus disimulados y pervertidos trucos. Los pondría en práctica esa misma noche.

*Narra Ogichi*

- ¿Todo esto puso mientras estaba en Hawaii? - le pregunté a Ichigo después de que me dijera todos los trabajos.

- Si, y tienes que entregarlos todos. Si no, no aprobarás.

- Dios, ¿Cómo lo haré en una noche? Seguramente Aikur querrá...

- Dile que tienes trabajo.

- Es que... Me provoca y... No puedo evitarlo...

- Pues huye de ella una noche.

- Me encontrará. Ella sabe dónde puedo esconderme.

- ¿Es que no teneís secretos?

- ¿Tienes secretos con Rukia?

- Sólo la habitación del sótano.

- ¿Qué habitación del sótano?

- Es un secreto.

- Al menos yo debería saberlo...

- Bueno, te dejaré entrar sólo esta noche.

Ichigo me dio las llaves de la puerta de la habitación.

- Hay un lado que suena hueco. Encuéntralo. Allí está esa habitación.

*Narra Ichigo*

Rukia estuvo insinuando algo con la mirada toda la tarde. Después de cenar se fue arriba antes que nadie. Ella y Aikur se guiñaron el ojo, tramando algo. Cuando fuí arriba, ella ya estaba durmiendo. Me puse el pijama y me fui a dormir.

*Narra Ogichi*

- No sabía que hubiera una habitación aquí - dijo Aikur.

- ¿Cómo me has encontrado? - le pregunté girándome de golpe.

- Aún no sabes ocultar bien tu reiatsu, como Ichigo. Pero tú te has dejado la puerta abierta.

- Tengo trabajo que hacer.

- No te provocaré esta noche. Aunque puede que Ichigo no duerma. Le dí cuatro consejos a Rukia sobre cómo calentar a Ichigo.

- ¿Enserio?

 - Tú e Ichigo sois iguales en este concepto. No hay manera de que no funcione.

- Entonces será mejor que no te mire a los ojos.

- No todo va por los ojos Ogichi - me susurró sensualmente.

Me le eché encima. Empecé a lamerle el cuello mientras sujetaba sus muñecas.

- ¿No tenías trabajo qué hacer?

La solté, me levanté y seguí trabajando. Ella se fue, cerrando la puerta.

*Narra Grimmjow*

- La cena está lista Grimmi - me dijo Nell. Un escalofrío recorrió mi espalda. Desde ayer que le había dado por llamarme de esa forma. Y desde ayer que vivimos con Orihime hasta que yo tenga trabajo y pueda alquilar un piso para los dos.

- Ya voy...

Nell estaba recuperando su memoria muy rápido. La ropa de secundaria de Orihime empezaba a quedarle pequeña. Supongo que quedaban pocas cosas recientes.

- Nell-Chan, ¿Has podido encontrar algún trozo de Ulquiorra? - le preguntó Orihime. Ella negó con la cabeza.

- ¿Cómo mierda pudiste enamorarte de Ulquiorra? - le pregunté

- ¡Grimmi! ¡No le hables así a Hime-Nee-Chan! - me gritó Nell.

- ¡Lo digo porque la secuestró! ¿Cómo pudo enamorarse del hombre que la secuestró?

- Pues... - contestó Orihime -. No lo sé... Quizás el destino quiso que nos encontráramos y me enamoré de él.

- Él no dejaba de hablar de ti - le dije -. Estaba obsesionado contigo. Incluso quería matar a Aizen.

- Ulquiorra... ¿Quería matar a Aizen? Pero si...

- Obedecía las órdenes de Aizen porque quería estar cerca de él para matarlo y luego desaparecer. Ése siempre había sido su plan. Pero apareciste tú y sus planes cambiaron.

- ¿Cambió por mi?

Orihime enrojeció. Bajó la cabeza y unas lágrimas salieron de sus ojos. No eran lágrimas de tristeza, sino de felicidad.

- No llores. Con tus poderes harás que vuelva, ya lo verás.

Yo y Nell la abrazamos. Ella sonreía y lloraba a la vez. Estaba feliz porque le estaba dando pruebas de que Ulquiorra la amaba. Aún así yo no sabía cómo reaccionaría Ulquiorra cuando volviera a la vida.

*Narra Ichigo*

Que noche he pasado. Estoy en clase y me estoy durmiendo. Ojalá no me...

*Narra Rukia*

Aikur me despertó porque quería saber los detalles de la noche anterior. No me dejé nada al contárselo.

*Narra Ogichi*

Ichigo se quedó dormido en clase. ¿Qué le había hecho Rukia esa noche con los consejos de Aikur? Intenté despertarlo varias veces sin que el sensei se diera cuenta, pero no se despertó.

- Ikasoruk, ¿Sabe qué le ha pasado a su primo porqué esté durmiendo en MI clase? - me preguntó el sensei. Todos se giraron hacia mí.

- Ha pasado una mala noche. Ha estado con pesadillas sangrientas y vómitos. No ha dormido en toda la noche.

- Entiendo... Creo que será mejor que descanse. No sería nada bueno que uno de los mejores dibujantes de esta clase esté muerto de sueño a una semana de la competición de doujinshis. Ya conoce el premio para el ganador.

- Si sensei. Claro que lo sé.

Ichigo ha estado bastante ocupado con esa competición. Quería ganar el premio. Quería que su manga fuera publicado por la Shonen Jump. Ése es el premio. Aunque aún no sé de que va el manga de Ichigo.

*Narra Rukia*

Ha pasado una semana desde esa noche con Ichigo. Él ha estado muy distante desde ese día. A lo mejor no le gustó.

 - Se te ve desanimada, Rukia-Chan - me dijo Nell, que ya había recuperado toda su memoria -. ¿Qué ocurre?

- Ichigo ha estado muy distante esta semana - le contesté.

- Se te ve muy triste - me dijo Inoue -. Olvida ese problema ahora. Hemos quedado las cuatro para divertirnos.

Estábamos las cuatro en una pastelería que tiene unos pasteles realmente buenos. Aikur estaba más distraída que yo. No dejaba de mirar el móvil y de mandarle mensajes a Ogichi. Eso me hacía pensar en Ichigo. Suspiré.

- ¡Sabía que Ichigo no te amaba, Nee-san! - gritó Kon, y saltó de mi bolso. Lo encerré en mi bolso otra vez.

- ¿Quién me ha cambiado el tono de móvil? - disimulé.

- Supongo que será ese chico que odia tanto a tu novio - me siguió el juego Nell. Se lo agradecí con la mirada.

Cogí mi móvil y le envié un mensaje a Ichigo. Si no contestaba en una hora podían ser 3 cosas: No había visto el mensaje, me estaba ignorando porque no me quería o estaba muerto.

*Narra Ogichi*

Ichigo había ganado el concurso. Me había dejado afuera de la sede de la Shonen Jump con su móvil. Recibió un SMS de Rukia. No me atreví a abrirlo. No quería saber de qué se trataba sabiendo que Ichigo no le había hecho caso a Rukia en una semana. Bueno, sí quería saberlo, pero Ichigo me hubiera matado por meterme en su vida privada.

- Quiero saber qué dice - dijo una voz detrás de mi y una mano intentó cogerme el móvil de Ichigo.

- ¡Tensa! - grité antes de girarme y comprobar que era Tensa Zangetsu el que estaba detrás de mi. -.¿Qué haces aquí?

- Me aburría en el Mundo Interno de Ichigo. El Mundo Real es muy bonito. No me extraña que no hayas venido a vernos.

- Ese no es un motivo.

- Es que Ichigo ya no me llama. Desde que terminó todo, se ha vuelto un estudiante ejemplar. Ya casi no lucha ni saca el Bankai.

- Es verdad, pero estamos en tiempo de paz. Ni siquiera hay hollows atacando gente.

Tensa suspiró. Parecía bastante aburrido.

- Puedes estar por aquí si prometes no meterte en problemas.

Sus ojos se iluminaron de golpe y me miró fijamente.

- ¿Enserio?

- Mientras no te metas en problemas e Ichigo no se entera...

- ¡Gracias Shiro! - gritó antes de irse corriendo. Parece que nunca dejará de llamarme Shiro.

*Narra Tensa*

¡Estoy en el mundo humano! ¡Al fin! Ese viejo de Zangetsu no me dejaba salir, así que me escapé. Si Shiro no sabe que me he escapado e Ichigo no se entera de que estoy aquí, puedo hacer lo que quiera. ¿Qué podría hacer primero? Podría gastarme el dinero que conseguí con mis doujinshis, que vendió Shiro, para comprarme algo. Material de dibujo por ejemplo. Y un pastel de chocolate. El problema es ¿Dónde compro yo todo eso?

Me paré en mitad de la calle y miré a mi alrededor. Me había alejado demasiado de Shiro cómo para volver y preguntarle. ¡Estaba perdido!

Algó vibró en el bolsillo de mis pantalones. Me asusté, pero lo cogí. Era uno de esos aparatos a los que llaman móviles. Contesté.

- ¿Diga?

- Hola Tensa - era Shiro -. Estás perdido, ¿Verdad? Mira, donde estás ahora mismo hay una pastelería que hace unos pasteles deliciosos y un par de calles más abajo hay una tienda de arte. Allí puedes comprar todo lo necesario para dibujar. Y tranquilo, que le diré a Zangetsu que no te he visto.

- ¿Cómo...?

- Escucho tu mente cuando estás perdido o en problemas. Usa este móvil para comunicarte conmigo si te pierdes. ¿Sabes cómo funciona, no?

- Si, sé cómo funciona. Ichigo lo usa mucho y aprendí.

- Vale. Por cierto, esta ropa humana que llevas te sienta bien.

- ¿Lo dices enserio?

- ¡Claro! Al menos no es un vestido como el que sueles llevar.

- No es un vestido, es una túnica.

- Está bien, no te enfades. Anda, ve y diviértete.

Shiro colgó. Él tenía razón. Una vez tuviera lo que buscaba, iría a divertirme. Pero, para empezar, voy a comerme un pastel de chocolate.

Entré en esa pastelería. Rukia estaba allí con sus amigas, pero no le di importancia ya que no me conocía. Me senté cerca de ellas para escuchar su conversación. Tenía curiosidad por si decían algo de Ichigo. Cuando vino el camarero le pedí el pastel de chocolate y una coca-cola. Siempre había querido probar esa bebida que siempre tomaba Ichigo. Vi a Aikur, la hollow de Rukia. Es hermosa y  pequeña, como su dueña, pero blanca como la nieve. Sin duda era perfecta para Ogichi. Rukia parecía bastante triste. Se le veía en los ojos. ¿Era por Ichigo? Si las escuchaba podría saberlo.

Me trajeron el pastel. Tenía un aspecto delicioso. Pero antes de empezar probé la coca-cola. Es muy dulce, pero me gustó. Entonces probé el pastel. ¡Delicioso! ¡Nunca había probado nada igual en mi vida! Los pasteles que hacía Ogichi eran buenos, pero éste era demasiado.

Estuve una hora saboreando ese pastel. Entonces escuché a Rukia decir:

- Ya ha pasado una hora. Asumiré que no me ama.

- No digas esas cosas Rukia - le dijo Aikur -. Claro que Ichigo te ama. Eres su razón de vivir.

- ¿Dónde ha estado él toda esta semana? El Ichigo que dormía a mi lado no era Ichigo. Se sentía como si fuera otra persona.

- Rukia-Chan... - dijeron Inoue y Nell.

- ¿Dónde se han llevado a mi príncipe? Quiero que me lo devuelvan - Rukia se echó a llorar. Aikur la abrazó. No podía soportar verla de esa manera, así que llamé a Shiro.

- ¿Qué ocurre Tensa? - me preguntó Shiro -. No estás en peligro.

- Rukia cree que Ichigo no la ama.

- ¿Cómo sabes...?

- Está en la mesa de al lado con Aikur, Inoue y Nell.

- Dios... No puedo avisarlo. Aún está reunido con los directivos de la Shonen Jump.

- Ogichi - se pudo escuchar a Ichigo de fondo -, ¿Qué está pasando?

- ¡Ichigo! ¡Gracias a Dios! ¡Acompáñame! ¡Ahora vamos Tensa!

Shiro me colgó. Observé a las chicas y luego miré lo que me quedaba de pastel. Se me habían pasado las ganas de comer.

Shiro apareció arrastrando a Ichigo a los 5 minutos. Lo plantó delante de Rukia.

- ¿Rukia? - dijo Ichigo preocupado -. Mi reina, ¿Qué ocurre?

- ¿Dónde has estado toda esta semana?

- Estaba en casa, a tu lado.

- Ése no eras tú. Era otra persona.

- Lo siento. He estado ocupado. Era algo importante.

- ¿Más importante que yo?

- No tanto, pero... Al menos me asegura un trabajo para algo más importante.

- ¿El qué?

- Quiero que vayamos a vivir juntos. Aún no tengo suficiente dinero para eso.

- Ichi... ¿Nosotros dos solos?

- Y nuestros hollows. Ellos forman parte de nosotros, así que tienen que venir.

Rukia abrazó a Ichigo y se echó a llorar. Ichigo la consoló y nos fuimos todos a casa. Bueno, yo mantenía las distancias.

*Narra Ichigo*

Rukia se quedó dormida en mis brazos. Tuve que llevarla en brazos hasta casa. Siempre sentí la presencia de Zangetsu detrás de mí cuando llevaba a Rukia a casa, pero no dije nada. Miré a Ogichi. De vez en cuando él miraba hacia atrás. Aún en la oscuridad podía ver el movimiento de sus ojos y el de su cabeza. Sólo a él se le ocurría vestirse de negro teniendo la piel blanca. Llegamos a casa y metí a Rukia en la cama. Tensa entró por la ventana.

- Ya sabía que estabas aquí, Tensa - le dije.

- ¿Cómo lo sabías? - me preguntó él.

- Sentí tu... Mi reiatsu detrás de mí. Un poco raro, ¿No crees?

- Vale, me has pillado. Era yo.

- ¿Qué haces aquí?

- Huyó de Zangetsu - me dijo Ogichi -. Quería ver el mundo exterior y él no le dejaba.

- ¿Ha escapado?

- No se lo digas a Zangetsu - me dijo Tensa.

- Está bien, pero pondré condiciones. Tensa, ni se te ocurra ir por Karakura solo y perderte, ni te presentes a mis amigos como mi zanpankuto.

- Si, amo.

- Otra cosa, no me llames amo, ni jefe, ni señor. Llámame Ichigo.

- Si a... Ichigo...

Sonreí i le acaricié la cabeza. Era como un niño pequeño. Lo hice entrar por la puerta de la entrada y lo presenté a mi familia. No les dije que era mi Bankai, pero mi padre lo dedujo porque mi hollow ya había salido al exterior. No les pareció nada raro. Parecía que empezaban a acostumbrarse a ese tipo de situaciones. Tensa durmió en el armario, ya que Aikur y Ogichi ocupaban el suelo. Quién me iba a decir que mi propio Bankai quería ver el mundo humano.

Fuente de la imagen: HezuNeutral's DevianArt: http://hezuneutral.deviantart.com/gallery/24856214#/d4tzwbg