*Narra Ichigo*
Ya llevo seis meses saliendo con Rukia. ¡Seis meses! Eso es mucho tiempo. Renji había vuelto al Seiretei para dejarnos solos diciéndoles a Byakuya y a Yamamoto que Rukia no necesitaba ayuda. Me estaba dejando el pelo largo y, según Rukia, estoy bastante guapo.
- ¿Qué haremos hoy Ichigo? - me preguntó Rukia.
- No lo sé - le dije tirado en la cama, mirando al techo. La miré y le pregunté -. ¿Qué estás dibujando?
- Nada en especial.
- ¿Puedo verlo?
- No.
- Déjame verlo - le susurré al oído de forma sensual después de tumbarme en el suelo junto a ella.
- Está bien, pero no se lo digas a nadie.
Rukia me mostró el dibujo. Era uno de esos tan malos suyos, pero me hizo sonreír. Había dibujado algo que podría ocurrir en un futuro. Nuestra boda.
- A pesar de que haces unos pésimos dibujos - me asesinó con la mirada -, es hermoso. Te amo.
La besé. Ella me siguió el beso y entonces alguien golpeó la ventana. Miramos y vimos a esa pequeña Arrancar saludándonos.
- ¿Nell? - abrí la ventana y Nell se me echó encima.
- ¡Te he echado de menos Ichigo! ¿Cuándo te has dejado el pelo largo?
- ¿Eh? Pues...
De repente el ambiente se llenó de una presencia que estaba celosa. Miré hacia la ventana y vi a Grimmjow intentando asesinarme con la mirada.
- ¿Grimmjow? ¿Estás vivo? - le pregunté.
- Claro que estoy vivo. ¿Qué crees que soy? ¿Un fantasma?
- Eres un fantasma.
Grimmjow se quedó mirándome fijamente. Los celos que se habían acumulado en el ambiente casi se podían cortar con un cuchillo.
- Que tensión en el ambiente - dijo Rukia.
- No es tensión - le dije -, son celos.
- ¿Por qué está Rukia aquí? - me preguntó Nell.
- Es mi novia.
Grimmjow se relajó. Los celos disminuyeron.
- ¿No estás más alta? - le preguntó Rukia a Nell.
- Si, eso parece - le contestó la pequeña.
- Ven conmigo Grimmjow - le dije al Arrancar y me lo llevé al tejado.
- ¿Qué quieres? - me preguntó Grimmjow enfadado.
- ¿Qué sientes por Nell?
Grimmjow abrió los ojos sorprendido y se quedó mirándome.
*Narra Rukia*
- ¿Cuánto tiempo lleváis saliendo? - me preguntó Nell.
- Hace ya seis meses.
- ¿Y cómo es salir con un chico?
- Depende del chico. Ichigo es muy dulce y atento. A veces creo que no me lo merezco.
- Claro que te lo mereces - Aikur salió de mi cuerpo dejando sorprendida a Nell.
- Nell - dije -, esta es Aikur, mi hollow interna. Aikur, ella es Neliel Tu Oderschvank, pero la llamamos Nell.
- Me acuerdo de ella. Está más alta.
- A mí me parece raro - dijo Nell.
- Al principio lo es - le dije -, pero te acabas acostumbrando. Espero que Grimmjow te esté tratando bien, con lo bruto que és.
- Me está ayudando a recuperar la memória que perdí junto a Pesche y Dondochakka - nos dijo feliz.
Aikur y yo nos miramos con cara de "esto sí que es raro".
- Cuéntanos más cosas Nell - le propuso Aikur.
*Narra Ichigo*
- Aún no me has dicho cómo mierda sabes que me gusta Nell - protestó Grimmjow.
- Se te ve en la cara - le contesté. Estábamos sentados en el tejado de mi casa.
- Aquí hace demasiado frío.
- Estamos en invierno y Hueco Mundo está siempre a la misma temperatura. Además, llevas muy poca ropa.
- ¡Es mi jodido estilo!
- Si coges un resfriado no podrás acercarte a Nell.
- ¿Qué mierdas dices?
- Pues que si Nell se pone enferma, cómo ahora tiene cuerpo de niña, podría ponerse muy mal y que tuvieran que operarla.
- ¿Qué dices? - Grimmjow se había asustado.
- ¡Salta a la vista que le gusta esa pequeña! - dijo Ogichi, sacando medio cuerpo y poniendo los brazos encima de mi cabeza para aguantar la suya.
- ¿De dónde ha salido esa cosa? - me preguntó Grimmjow.
- Soy el hollow interno de Ichigo. Me llamo Ogichi.
- ¿Éste es el tipo que, con tu cuerpo, mató a Ulquiorra?
- Sí, fue él - le contesté a Grimmjow -. Inoue está bastante triste desde ese día. Mejor dicho, desde el día en qué descubrió que Ulquiorra, probablemente, la amaba.
- ¿Ulquiorra amando a alguien? Eso sí que sería demasiado raro.
- Si, tienes razón. Pero esa es la realidad. Ojalá el destino sea bueno con ella.
- ¿Qué quieres decir? ¿Que le devuelva a Ulquiorra?
- Eso estaría bien, pero yo me refiero a que resucite.
- Eso es imposible.
- No subestimes los poderes de Inoue. Tú los has visto.
- Regeneró mi brazo por completo. Y también resucitó ante mis ojos a una estúpida arrancar.
- Entonces... ¿En qué te basas para decir que es imposible resucitar a Ulquiorra?
- Ulquiorra es polvo que está en el techo de Las Noches. Será imposible de encontrar un solo pedazo.
- Grimmjow, ahora subestimas a las mujeres enamoradas. Rukia intentó colarse muchas veces al sótano de la tienda de Urahara sólo para verme.
- ¡Ichigo! - me gritó Rukia -. ¿Voy a decirle a Yuzu que haga comida para dos personas más que han venido unos amigos de Hueco Mundo?
- ¡Sí, díselo! - le contesté.
- ¡Vale!
- ¿Tu familia no se extrañará? - me preguntó Grimmjow.
- No, qué va. Ahora dices menos insultos.
- ¡Eso no es verdad!
- Ya... ¿Dónde te escondiste durante la invasión de Quincys?
- En el bosque de Menos.
- ¿Y dejaste a Nell sola?
- No, vino conmigo. Pero un día desapareció y volvió contigo desde el mundo humano.
- ¿La echaste de menos?
- ¡Ni hablar! ¡No la eché de menos! - me quedé mirándolo y confesó -. Puede que un poco.
- Uy... Que habrá boda...
- ¿¡Qué mierdas estás diciendo!? - Grimmjow enrojeció.
- Tú tranquilo. Me casaré yo antes - me reí.
- No digas chorradas.
- Nell tiene que recuperar la memoria, tienes que declararte,... A este paso yo podría haberme casado.
- ¡Onii-Chan! ¡A comer! - me gritó Yuzu.
- ¡Ya vamos!
*Narra Grimmjow*
Tengo que reconocer que la casa de Ichigo es bonita. No se puede comparar con Las Noches. Odio el maldito color cemento por culpa del cabrón de Aizen. Lo que decía, el maldito palacio de Las Noches no se puede comparar con esto. Hay mucha luz, las paredes tienen color, no caminas sobre el maldito cemento... Hay muchas texturas diferentes.
- ¿Este es el otro Arrancar? - preguntó una niña, mejor dicho, una chica.
- Sí, él es Grimmjow - le contestó Ichigo -. Grimmjow, mi hermana Karin. Aparte de mí, es la única que ve fantasmas.
- ¿Tu padre no ve fantasmas? - le pregunté -. ¿No es él el shinigami?
- Sólo hace ver que no los ve por Yuzu, mi otra hermana. Ella no los ve, sólo siente su presencia.
*Narra Rukia*
Se me hacía extraño comer con Arrancars. Era algo raro para mí.
- Amor mío - me dijo Ichigo -, ¿Estás bien?
- Sólo se me hace raro estar comiendo con Arrancars.
- A mí se me hace raro estar comiendo con una persona que había sido mi enemigo - dijo Grimmjow.
- Ichigo nunca ha sido mi enemigo - le dijo Nell.
- El tuyo no, el mío sí.
- No tendría que ser tu enemigo.
- ¿Es eso importante?
- Si, es importante. Ichigo no es tu enemigo.
- ¿Podemos discutirlo en otro sitio?
- No.
- Igualitos a una pareja de recién casados - dijimos Ichigo, Isshin y yo a la vez.
- ¡No estamos casados! - gritaron los dos Arrancars a la vez.
Nos reímos. Ahora sabía lo que se sentía al tener una verdadera familia. No era cómo estar comiendo con Nii-sama, siempre tan frío y serio. No pensaba dejar ese ambiente para nada. Tampoco dejaría que esa felicidad terminara e iba a llevar ese ambiente allí adónde fuera.
- Le he hecho un encargo especial a Urahara - dijo Ichigo.
- ¿Qué clase de encargo y cuándo? - le preguntó su padre.
- Mientras hablaba con Grimmjow en el tejado. Le pregunté si sería posible crear gigais para Arrancars. Me dijo que sería complicado, pero que podría conseguirlo.
- Eso significa que se quedaran mucho tiempo - dijo Karin.
- ¿Enserio? - se emocionó Yuzu -. Yo quiero que se queden.
- Supongo que podríamos quedarnos una temporada - dijo Grimmjow.
- Una larga temporada - dijo Nell.
- Dicen que se quedan Yuzu - le dijo Ichigo a su hermanita.
- ¡Qué bien! - exclamó ella, feliz de que se quedaran.
*Narra Ichigo*
Han pasado tres días desde que Grimmjow y Nell se quedaron a vivir con nosotros. Urahara ya tiene preparados sus gigais. Fui a buscarlos.
- ¿Cómo han quedado?
- Idénticos a ellos. He hecho varias pruebas con hollows y podrán contenerles.
- Eso es bueno.
- También puse eso que me pediste en el de Nell.
- ¿Tendré que pagártelos?
- Claro que no. Nunca le cobraría al protector de Karakura.
- Gracias.
Me llevé los gigais en una caja para que no destacaran. Cuando llegué a casa, Nell y Rukia ya me estaban esperando.
- ¿Los tienes? - me preguntaron las dos.
- Sí, los tengo. ¿Y Grimmjow?
- Aún duerme.
Subimos a mi habitación. Dejé la caja de los gigais en el suelo y saqué el de Nell. No tenía la máscara ni la marca de la cara. Agradecí a Urahara que los hubiera tapado con mantas.
- ¿No es un poco pequeño? - me preguntó Nell al ver su gigai.
- El tuyo lo encargué de forma en qué creciera a medida que tú fueras creciendo y recuperando la memória. Voy afuera. Avisadme cuando Nell esté vestida.
- Si, eso haré - me dijo Rukia. La besé y salí de la habitación.
- Éstos días no le he prestado demasiada atención a Rukia por culpa de nuestras visitas. Ogichi, ¿Has podido estar con Aikur? - no tuve respuesta -. ¿Ogichi? ¿Dónde estará?
*Narra Ogichi*
- Creo que esta es nuestra mejor escapada, Ogichi - me dijo Aikur.
- Y lo cara que me ha costado. Todo porque querías ir a Hawaii - le contesté.
Estábamos tumbados en una playa de Hawaii, tomando el sol.
- Aún no me puedo creer que me pidieras que me casara contigo Ogichi - me dijo mientras admiraba su anillo de prometida.
- Me apuesto algo a que nos casamos antes que Ichigo y Rukia.
- Sería divertido ver cómo reaccionarían.
- Me pregunto si se habrán dado cuenta de que no estamos.
- Puede que Ichigo se haya dado cuenta ahora de que no estás.
- Es probable.
- ¿No nos quemaremos? Llevamos 5 horas al sol.
- No estás ni rosa, mi reina. Sigues igual de blanca.
- Es bueno saberlo.
La besé. Fue un beso tan intenso y apasionado que tuvimos que volver al hotel para "dormir".
*Narra Ichigo*
- Ya puedes entrar Ichigo - me dijo Rukia.
- Wow - dije al entrar -. Estás muy guapa Nell.
- Gracias - me sonrió ella. Podría pasar por mi hermana pequeña, ya que tenia el aspecto de una niña de 12 años. Llevaba uno de los vestidos de Yuzu que otras veces había llevado Rukia.
- Rukia, ¿Sientes a Aikur? - le pregunté.
- Pues hace unos días que no sé donde está.
- Lo mismo me pasa con Ogichi.
- ¿Dónde estarán?
- No lo sé. Espero que no se nos hayan adelantado en nada.
- ¿De quién estáis hablando? - nos preguntó Nell.
- De nuestros hollows internos, que empiezan a parecer Romeo y Julieta con tantas escapadas solos - le contesté.
Rukia suspiró tristemente. ¿Qué significaba eso? ¿Acaso quería que estuviéramos completamente solos? Yo también quería estar a solas con ella en ese instante. Justo cuando tenia pensado dar el siguiente paso en nuestra relación nos caen dos Arrancars del cielo. ¿No será que Ogichi y Aikur...? ¡No puedo ni pensarlo!
- ¡Rukia! - grité casi sin pensar, luego me calmé -. ¿Quieres que vayamos a cenar tú y yo solos esta noche?
- Cl... Claro... - dijo Rukia extrañada.
- Entonces, ¿Te encargas de Grimmjow? Tengo que ir a hacer un par de cosas.
Salí de casa corriendo y me dirigí a la joyería a la que había encargado un mes antes un anillo de compromiso para Rukia.
- Señor Kurosaki, tenemos su anillo desde hace dos días - me dijo el dependiente.
- ¿Cuánto me va a costar al final?
- ¥6000.
Me dieron el anillo, comprobé que era ese y pagué. Volví a casa corriendo.
De camino a casa, llamé a Renji.
- ¿Diga?
- Hola Renji. Necesito hablar contigo.
- ¿Ichigo? No sabía que se podían hacer llamadas con móviles humanos a móviles del Seiretei que están en otra dimensión.
- Urahara-san puso una cosa en mi móvil para poder llamar a otras dimensiones.
- Bueno, ¿Que querías Rukia?
- ¿Rukia?
- Taicho está cerca - me susurró -. No puede saber que estoy hablando contigo.
- Entiendo... Escucha, voy a pedirle la mano a Rukia esta noche.
- ¿¡Que qué~!?
- No hace falta que me grites.
- Lo siento.
- ¿Podrías estar presente? Te diré dónde es y todo, pero quiero que haya otro testigo aparte de mi padre y Urahara.
- Está bien. Se lo diré a Taicho e iré para allá.
- Gracias.
- De nada.
Renji colgó y yo llegué a mi casa.
*Narra Renji*
- ¿Era Rukia la que llamaba? - me preguntó Taicho cuando colgué.
- Si, Taicho.
- ¿Y qué quería?
- Está teniendo unos problemas con unos hollows y cómo no quiere que Ichigo la descubra ha ocultado el reiatsu de los hollows.
- ¿Y te ha pedido que vayas a ayudarla?
- Si, señor.
- Ve, a ver si tienes más suerte esta vez con lo que te pedí.
- Si, Taicho. Gracias Taicho.
Salí corriendo del Seiretei. No iba a perderme la petición de mano.
*Narra Ichigo*
- ¿Dónde mierdas estabas? - me gritó Grimmjow cuando entré en casa.
- Tuve que ir a un sitio - le contesté -. ¿Ya te has metido dentro de tu gigai?
- ¿Se nota?
- Hombre, no llevas la máscara ni las marcas de los ojos.
- En eso tienes razón.
- Necesito que me hagas un favor.
- ¿Qué favor?
- Quiero que estés en un sitio cuando le pida una cosa a Rukia.
- ¿No le irás a pedir que...?
- Sí, voy a pedírselo.
- ¿Vas a pedir el qué a quién? - preguntó Rukia apareciendo detrás nuestro.
¡Mierda! ¿Ahora qué hago? No puedo decirle a Rukia mis intenciones.
- Pues Ichigo me estaba comentando que se podría hacer una especie de alianza entre shinigamis y Arrancars y que se lo podríamos proponer a ese amigo tuyo pelirrojo... ¿Cómo se llamaba, Ichigo?
- Renji, se llama Renji.
- Eso, Renji.
- Entonces- nos dijo Rukia antes de irse -, os dejo con vuestras cosas de hombres.
- Te acabo de salvar el culo - me dijo Grimmjow.
- Gracias. Tu excusa me puede servir para algo.
- ¿Para qué?
- Estaba pensando en crear una especie de alianza para poder proteger Karakura. Aquí hay mucha gente con un reiatsu alto.
- ¿Y quieres proteger a toda esa gente?
- Exacto.
- Piensa en este proyecto mañana. Hoy tienes algo más importante que hacer.
- Ichigo - me dijo Nell desde arriba de las escaleras -. Renji está en la ventana de tu habitación.
Subí a mi habitación. Grimmjow me siguió y cogió a Nell en brazos, protegiéndola.
- Hola Renji - dije abriendo la ventana.
- Hey. ¿Desde cuándo los Arrancars tienen gigais?
- Desde que yo se los encargué a Urahara.
- ¿Estás bien Ichigo? Se te ve tenso.
Me senté en la cama. Renji se sentó a mi derecha y Grimmjow a mi izquierda con Nell encima.
- Estoy nervioso - les dije -. Estoy a punto de dar un paso muy importante en mi vida y en mi relación con Rukia. Si ella me dice que no, todo habrá terminado.
- ¿Y si te dice que no está preparada, que harás? - me preguntó Renji.
- No lo sé, será una situación complicada.
- ¿Y eso? - me preguntó Grimmjow.
- Aunque no lo parezca, Rukia sigue muy atada a su hermano. Cada vez que vamos a hacerlo, cuando ya estamos en ropa interior tiene que sacar la maldita foto de Byakuya y le reza para que la perdone por lo que va a hacer.
- Eso no podría soportarlo ni yo - me dijo Renji -. ¿No le has dicho que la guarde?
- Incluso Aikur se lo ha dicho y no le ha hecho ni caso. Debe ser lo único que odio de Rukia.
- Ojalá no te oiga.
Pasamos el resto de la tarde hablando de ese tema. Pronto se hizo de noche. Mi grupo de testigos ya estaba en el restaurante y yo empezaba a estar muy nervioso.
- Ya estoy aquí Ichigo - me dijo Rukia. Hacía media hora que la esperaba en la puerta de casa.
- ¿Es que te gusta hacerme esperar? - me giré y la vi con ese vestido rojo -. ¿No vas demasiado elegante?
- Tus hermanas me han dicho que me lo ponga, que es un restaurante caro. Aunque tú también vas muy elegante.
- Tampoco tanto.
Sólo llevaba una parte del traje que me había dejado mi padre. Según su historia, llevaba este traje cuando le pidió a mi madre que se casara con él. No me había puesto esa hortera corbata que quería que me pusiera. Ni esos zapatos. Me iban pequeños. Tuve que ponerme mis bambas. Tampoco me puse esos calcetines a juego con la corbata.
- ¿Nos vamos? - le pregunté alargando mi mano para que la cogiera.
Era gracioso y peligroso a la vez que Rukia llevara tacones de aguja. Gracioso porque tropezaba cada dos por tres. Peligroso porque siempre tropezaba cerca de mis pies. Al final decidí cogerla en brazos todo el camino que quedaba hasta el restaurante.
Cuando llegamos, le dije al hombre de la puerta que tenia una reserva a mi nombre. Nos acompañó hasta nuestra mesa, en medio del restaurante. Tal y como lo había planeado. Mis testigos estaban en un rincón en la sombra. Casi no podía verlos, pero me pareció ver a Yoruichi al lado de Urahara.
- Ichigo - Rukia me sacó de mis pensamientos acerca de si la relación de esos dos era sólo de amigos -, ¿Qué crees que podría pedir? Hay muchos platos que me gustan, pero todos son caros.
Abrí el menú. Los platos iban de los ¥1000 a los ¥10000.
- Pide lo que quieras - le contesté -. Tengo dinero de sobras.
- Está bien. A ver...
Tenía dinero suficiente para pagar primer plato, segundo, postres y vino para los dos casi de los más caros de la carta. Valió la pena coger ese trabajo en la cafetería de la Facultad y aguantar las miraditas súper-seductoras de las chicas más guapas. Además estaba bien pagado.
- Ya sé que voy a pedir - me dijo Rukia.
- ¿Qué?
- Esto, esto y esto - me señaló con sus deditos lo que quería. Era una buena elección. Llegó el camarero y pedí exactamente lo mismo para los dos. Para beber le pedí el quinto vino más caro que tenían.
La cena pasó con normalidad. Al llegar a los postres, Rukia fue al baño y Nell se me acercó.
- ¿Vas a pedírselo ahora?
- Si. Deseadme suerte.
- Sin esto no vas a hacer nada - Nell me dio una cajita. La abrí y era el anillo.
- ¿Cómo es que...?
- ¿Lo tengo yo? Karin lo ha traído antes. Se te había olvidado en casa.
- Con los nervios no me he dado ni cuenta. Gracias.
- De nada.
Nell volvió a su mesa. Minutos después volvió Rukia.
- Perdona el retraso - me dijo Rukia -. Había una señora mayor dentro del baño.
- No te preocupes. Rukia, quiero pedirte algo.
- ¿De qué se trata?
- ¿Quieres...? - me vinieron los nervios en ese momento -. ¿Quieres ca...?
- ¿Ca qué, Ichigo?
Empecé a sudar. Me temblaban las manos. Cogí a la mesa. Me fallaba la voz. Cuando antes lo dijera, más pronto terminaría ese sufrimiento.
- ¿Quieres... Casarte conmigo?
Rukia abrió los ojos como platos. Miró a su alrededor buscando algo. No lo encontró y me miró a mi.
- Ichigo... Yo... - se quedó pensando. Todo había terminado. Iba a rechazarme. No estaba preparado para reaccionar. Puse la cabeza encima de la mesa, rodeándola con mis brazos, derrotado. Sólo quería llorar.
- Si quiero - susurró. Levanté la cabeza de golpe.
- Repite lo que acabas de decir - le dije.
Rukia enrojeció antes de pronunciar las palabras que me iban a hacer el hombre más feliz del mundo:
- Si, quiero casarme contigo.
Cogí su cara entre mis manos y la besé. Cogí el anillo y lo puse en su dedo. No podía dejar de sonreír. Esa noche la saqué del restaurante en brazos y no la solté hasta que no estuvimos en mi habitación. La dejé sobre mi cama. Esa noche no cogió la foto de Byakuya ninguna de las tres veces en las que le hice el amor.
*Narra Renji*
- Parece que esta noche no van a parar - le dije a Grimmjow.
- Qué suerte tiene Nell ahora mismo - me dijo -. Es la única que duerme.
Nell dormía en el sofá, nosotros en el suelo.
- ¿Qué sientes por Nell?
- Aún no lo tengo claro. Sólo sé que quiero pasar el resto de mi vida con ella. ¿Y tú? ¿Qué sientes por Rukia?
- Al principio creí que era amor, pero hemos pasado tanto tiempo juntos, además de que ella tiene a Ichigo, nuestra relación es más de hermanos.
- Ya veo...
- Intentemos dormir, aunque tengamos que taparnos los oídos.
Eso hicimos, y nos quedamos dormidos.
Me ha encantado pero no se sabe para cuando sera eso!!! A ver como va la relacion de grimmjow y nell, rezarle a una foto antes de hacerlo, eso es muy heavy xDDDD
ResponderEliminarPor cierto como es posible que pueda paar todo lo que quieras en comida i pague solo 6000 yenes en un anillo no se cuanto cuestan pero siempre me imagine que era mucho mas caros los anillos.
Yoruichi y Urahara!!!!!
La imagen muy buena solo s entiende si lees el episodio.
Quiero el siguiente ya!!!!!
ahora lo voy a leer
ResponderEliminarHas conseguido un capitulo perfecto!!Por fin le pidio a Rukia casarse con el, estoy esperando el siguiente capitulo, me has dejado esperando mas.Ichigo y Neil no se quieren mucho , a ver que pasa en el proximo.
ResponderEliminarsublime. solo eso.
ResponderEliminarigual grimmjow un poco pedófilo jajajja. es como que nell en su forma actual es muy peque, pero bueno, comprendo tu intención. a seguir leyendo!